Aún cuando la tendencia actual, tanto en la propuesta del modelo de juego como en el método de entrenamiento, es el perfecto manejo de las transiciones en sus dos momentos, o intentar el modelo propuesto por el FC Barcelona de los últimos años, en cuanto al juego de posición y posesión, no debemos olvidar que el trabajo zonal sigue teniendo importante relevancia, siendo la base y el sustento de los modelos mencionados anteriormente. Creatividad pero con orden.
Origen
En la Temporada 87/88 se
encontraba un entrenador en un foro de opinión, y un periodista le preguntó:
"perdone si le molesto, hemos hecho una apuesta sobre quién será el encargado de
marcar a Roberto Baggio – en aquel entonces joven promesa de la Fiorentina- uno
dice que Mussi, otro que Tassotti y un tercero se decanta por Felippo Galli-
¿Quién ha acertado?". El entrenador respondió: "los tres y ninguno de los tres,
en nuestro tipo de Fútbol no hay un sólo hombre encargado del marcaje, cada uno
debe saber marcar y atacar".
El entrenador era Arrigo Sachhi.
La Zona tiene su arranque en el
Mundial de Inglaterra ´66, pero se empieza a aplicar de forma correcta en
Alemania ´74, donde lo practicaba la selección Holandesa. Los entrenadores
suecos Liedholm y Erikson llevaron esta forma de jugar a Italia a principios de
los 80 sin mucha expectación y éxito, pero fue a finales de esa década y de la
mano del mencionado Arrigo Sacchi, cuando explosiona y se consiguen grandes
éxitos con el AC Milán.
Éste es un extracto sencillo y con unos Fundamentos básicos para el inicio al trabajo zonal.
Teoría
Concepto
Al
hablar de Zona, en principio se tiende a
hablar de una forma de defender, de una forma de marcar. En el aspecto
Individual se entiende que un jugador defiende en zona cuando tiene delimitada
una parte del campo y marca al jugador atacante que entra en ella, y en el
aspecto Colectivo, cuando todos los jugadores de ese equipo tienen su parcela
delimitada.
Un
equipo que defiende en zona presenta líneas escalonadas y los jugadores se
mueven en función: del balón, de los compañeros, del espacio y del contrario.
Esta
disposición del equipo supone que se van a producir coberturas, permutas,
repliegues, anticipaciones, interceptaciones, etc., siendo éstos principios defensivos; pero también se
producen: desmarques, ataques, contraataques, desdoblamientos, apoyos, paredes,
cambios de orientación, etc., cuando el equipo recupera el balón; esto son principios ofensivos que quedan
condicionados cuando un equipo defiende en zona.
Por
tanto, la decisión de marcar o no en zona resulta algo más que un aspecto
meramente defensivo, es una forma de
entender el fútbol tanto en ataque
como en defensa y supone una
manera distinta de entrenar; por ello, creo
que se puede hablar más de TRABAJO ZONAL, que sólo de defensa en zona.
Fundamentos individuales
Enseñar
los fundamentos defensivos es un trabajo que debe hacerse en las categorías
inferiores pero, por desgracia, es una de las asignaturas pendientes en casi
todos los clubes. Se entrena para ganar y rara vez existe una estructura
montada para enseñar y hacer progresar a los jugadores desde el punto de vista
individual.
Es
importante que el jugador siempre esté bien colocado con respecto al contrario,
con o sin balón, ajustando la distancia con relación a los mismos y a la
portería propia. La posición de los pies del defensor varía según la situación;
deben estar a distinta altura, no cruzarlos en el uno contra uno y el cuerpo
orientado según por donde venga el balón, viendo al contrario o contrarios que
tenga cerca, dispuesto a anticiparse o a correr atrás. Habría que manejar
convenientemente los conceptos de lado débil y fuerte, según la posición en el
campo, las características del defensor y del atacante con balón.
Fundamentos colectivos
Las
Coberturas y la Anticipación son dos aspectos relacionados directamente con la
distancia y forma de colocarse de las líneas. Si la distancia entre líneas es
reducida (ideal 10-15m.), se producirán muchas anticipaciones y las coberturas
serán buenas.
La
distancia entre los jugadores de las líneas oscilará en torno a los 8-10m. y
variará según la posición del balón, de los contrarios, de la intención del
poseedor del balón, etc.
Aspectos fundamentales asociados al trabajo en zona:
Fase defensiva
Pressing zonal o Zona - press
Para
que el trabajo Zonal sea eficaz, es necesario realizar un buen pressing, no es
lo mismo presionar o acosar, que es un hecho individual, que hacer Pressing
Zonal o acoso colectivo, que lo debe hacer todo el equipo. Utilizando un
concepto más propio del Baloncesto, lo podríamos denominar Zona-Press.
El
pressing se puede considerar como atacar para recuperar el balón, tanto al
poseedor del mismo como a los posibles receptores. Requiere una buena
preparación física y buenos conceptos tácticos.
Los
objetivos que buscamos con el pressing, fundamentalmente son; recuperar el
balón y reducir espacios.
Este
trabajo hay que intentar hacerlo cuando el contrario juega hacia atrás, cuando
está de espaldas, cuando el balón está por el aire o cuando realizó un mal
control.
Es
ideal realizar el trabajo en las bandas ya que el contrario cuenta con una
única salida.
Situación
Partiendo
de la idea de que las líneas deben estar cerca, vamos a distinguir un pressing
en campo contrario, a mitad de campo o en campo propio, según sea la
mentalidad, características y calidad de nuestros jugadores y de los
adversarios, o en función de otros factores a considerar como el resultado, el
campo, el aire, etc.
Si
tengo defensas rápidos puedo presionar más arriba, si tengo delanteros pequeños
y veloces puedo replegarme a mi propio campo y presionar allí, etc. En todo
caso, si adelanto la línea de defensas, la función del portero como hombre
libre es fundamental.
Aspectos fundamentales asociados al trabajo en zona:
Fase ofensiva
Contraataque
Uno
de los aspectos más favorecidos con la disposición del equipo trabajando en
zona es el contraataque. Se producen muchas interceptaciones, en muchos casos
en zonas previstas, lo que favorece la transición defensa-ataque. Además, al
estar todo el equipo colocado en posiciones predeterminadas y conocidas,
enlazar unos con otros es mucho más fácil.
Ataque organizado
El
ataque organizado lo favorece la disposición de los jugadores en el campo. Una
vez definido el sistema y sus posibles variantes, todos saben lo que deben
hacer. La posición de los jugadores siempre en zonas que dominan les permite
jugar mejor. Por lo tanto, si decidimos jugar en largo, tendremos una ordenada
línea de rechace; si decidimos jugar en corto, la colocación y escasa distancia
de los jugadores nos permitirá tener muchos apoyos y se podrá jugar fácil,
incluso jugadores con un nivel técnico bajo. Y, si decidimos alternar el juego
corto con el largo, nuevamente la buena distribución de los jugadores en el
campo nos permitirá con facilidad hacer cambios de orientación, apoyos cortos,
etc.
Normalmente,
los equipos que trabajan en zona tienen mayor facilidad para entrar por las
bandas puesto que habitualmente disponen de dos jugadores en cada una de ellas
(por ejemplo en los sistemas 1-4-4-2, 1-4-4-1-1, 1-4-1-4-1, 1-4-2-3-1).
Se
dice que el trabajo Zonal le quita creatividad al Jugador, pero si se trabaja
bien en los entrenamientos y al jugador
se le dan muchas alternativas de movimiento, él, elegirá la que más
convenga en cada caso.
En
definitiva, si hay una buena planificación del juego de ataque organizado en
los entrenamientos (variedad, repetición y toma de decisiones son las claves) y
tiempo para que todos lo asimilen, tendremos equipos bien organizados, sin
balón y con balón, con variedad en el juego y seguramente más vistosidad y
efectividad.
Metodología para la enseñanza en la Iniciación al trabajo zonal
Establecer
una progresión metodológica para la enseñanza y perfeccionamiento del trabajo
zonal es una cuestión de criterio y de la etapa en que se trabaje. Hay quién
empieza con un defensor, luego con dos, tres, etc., yo prefiero empezar
trabajando 4 : 3 (4 defensas contra 3 delanteros), porque al estar en
superioridad resultará más fácil al principio aprender los movimientos y los
fundamentos.
Después
iría aumentando el número de delanteros, añadiría algún centrocampista al trabajo
defensivo, algún delantero y por último volvería otra vez atrás para trabajar
con tres, dos y un defensa en igualdad o inferioridad numérica.
Todos
los ejercicios incluyen al portero en su portería.
El
ataque organizado se debe trabajar con multitud de acciones combinativas,
pasando de las más simples a las más complejas, interviniendo en éstas
defensores para dificultar y dar más realismo a la finalización. La dificultad
aumenta si el número de jugadores va siendo mayor.
Esto
es sólo un ejemplo, cada entrenador debe adaptarlo al nivel de asimilación de
sus jugadores y a las posibilidades reales de trabajo que se tenga.
Hay que resaltar el factor tiempo, algo de lo que carecemos
los entrenadores en el fútbol actual, por desgracia cada semana parece que
tenemos que pasar un examen y no hay paciencia para recoger los frutos del
trabajo bien hecho.
León Gómez
M.
Entrenador Nacional de Fútbol
RFEF
Autor del Blog http://www.interpretareljuego.blogspot.com
leongm6@hotmail.com
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